La ecografía es una prueba sencilla y no invasiva, lo que hace que, en la mayoría de los casos, no sea necesaria la sedación del animal para su realización. Además, proporciona a los veterinarios imágenes en movimiento de las estructuras que estudia, pudiendo diferenciar distintos tipos de tejidos. Muy útil para llegar a un diagnóstico más correcto.

A diferencia con otras técnicas diagnósticas, la ecografía no emite radiaciones ionizantes que puedan producir efectos biológicos adversos que puedan poner en peligro la vida del animal.

¿Qué se puede evaluar en un Ecografía?

Sistema hepatobiliar: Hígado y vesícula biliar

Tracto gastrointestinal: estómago, intestino delgado y grueso. 

Sistema urinario: riñones, uréteres, vejiga.

Aparato reproductor del macho: próstata, testículos en caninos.

Aparato reproductor de la hembra: ovarios, útero, cérvix.

Sistema hemolinfático: bazo y linfonódulos.

Órganos anexos: glándulas adrenales y páncreas.

Vasculatura abdominal: grandes vasos.

Cavidad abdominal general: hernias, líquido libre, masas.

Diagnóstico de gestación

No podemos olvidarnos tampoco de la aplicación por excelencia de los ultrasonidos: el diagnóstico de gestación. Gracias a la ecografía podemos valorar si la hembra está gestante, lo avanzada que esté la gestación, detectar si hay sufrimiento fetal, o si por el contrario los fetos se encuentran en perfectas condiciones para el parto.